T E N E R......UN......P E R R O

Vivo en una ciudad de pocas plazas, pocas calles con árboles y escaso silencio. Una ciudad ruidosa, de aire espeso y ahumado, en la que pocos tienen tiempo y el tiempo sólo se mide por el reloj. Alguna vez esta fue una ciudad bella; era la época en la que aún la amábamos. Ahora de todo eso queda poco, o casi nada; cada día hay menos parques y jardines, y más estacionamientos; menos casas viejas con viejos patios secretos, y más torres de vidrio y cemento; menos árboles, y más carteles y anuncios; más calles y semáforos; y menos veredas grandes, con bancos en las esquinas para los paseantes. Pero yo tengo un perro. Y es por eso, tal vez, que cada tarde camino la ciudad a su paso, sin tiempo. Dejo atrás la prisa y me adentro en el espacio de los perros. Voy por las calles como un perro; miro el mundo con ojos de perro; llego hasta la plaza de los perros; me acerco a otros que, como yo, vienen con sus perros; y hablamos de perros. Y el tiempo pasa, o no pasa -es igual- y la ciudad moderna y gris, la ruidosa ciudad de humo, se queda por un momento callada. Porque sólo un perro hace que una vereda sea algo más que un lugar de paso, y una esquina algo mejor que sólo el encuentro de dos calles. Y que nuestra plaza se vuelva, cada tarde, un inmenso jardín.

Saturday, January 20, 2007

Nuestros aperrados perros I

TEODORO

Teodoro comenzó a ir a la plaza desde los 4 meses, cuando sus humanos perdieron el miedo a todo tipo de posibles enfermedades contagiosas. Según Teo fue la mejor decisión que podrían haber hecho… estaba tan aburrido dando vueltas alrededor de la cuadra!!!
En la plaza conoció a Emilia, con la qu
e juegan maratónicos enfrentamientos de Sumo, en la que quedan los dos agotados, pero sin rasguños; también conoció a los boxers Tyson y Gaspar con los que jugaba cuando era más cachorro. A veces se pone melancólico y se pasea solo, sin jugar con los otros perros, otras veces juega y juega sin parar, de hecho en la plaza siempre se ríen de su manera tan “distinguida” de correr (él no entiende que tiene de gracioso). Una vez salió persiguiendo a un perro desconocido y los presentes (humanos y perros) quedaron muy preocupados por él… es que le encanta perseguir lo que sea! Y no le preocupan detalles como avenidas con autos pasando a toda velocidad.
Actualmente el gordo tiene un año, y está convertido en un adolescente
; ahora le gusta dárselas de rebelde. No viene cuando lo llaman, escapa cuando toma algo que no debe... su amor platónico en este momento (aunque él no lo quiere reconocer) es una Beagle llamada Mia, con la que juegan alegremente. Otra característica del Teo es su capacidad destructiva, la que demuestra día a día en el departamento que comparte con su familia humana… ha logrado tal destreza en ese ámbito que será tema para un próximo artículo.
Hasta pronto!

FORTUNATA

Hola, mi nombre es Fortunata y tengo seis años. Tal véz se preguntarán el por qué de ese nombre; en realidad el único que podría responder es el hombre que me encontró a mi linda famimilia. Mi historia es la siguiente: era un día de lluvia y me encontraba sola frente a una casa blanca. De pronto un hombre alto me encontró y me dio un poco de comida y agua (aunque ya era mucha la que tenía, por la lluvia, digo). Unas pocas horas después apareció un auto blanco; se bajaron tres mujeres, una de las cuales se me acercó y con su mano me acarició la cabeza. Las mujeres hablaron entre ellas y unos minutos después me envolvieron en una toalla y me subieron al auto. Y así me llevaron a una linda casa: mi nuevo hogar. Los primeros nombres que pensaron para mí fueron "Suerte" "Lucky" y "Suertuda", pero al final me eligeron uno mucho más bonito: Fortunata (o “Fortu”, como me dicen ahora). Seguro que fue por mi buena suerte de haber encontrado una familia tan buena como la mía... Cinco años después de que me encontraran nos cambiamos a este barrio en donde vivo ahora, y en cuya plaza conocí a todos mis amigos perrunos. Ahora soy muy feliz, duermo en una cama caliente todas las noches y me cuidan mucho. Y ya no me porto mal como al principio, cuando llegué... pero lo importante es que sé que mi familia me quiere tal y como soy: una perrita muy afortunada. Los saluda, Fortu.


KIM

Hola, mi nombre es Kim; tengo 11 meses y soy algo fox-terrier (por parte de mi mamá) y algo quiltro (por el lado de mi papá). Cuando sólo tenía un mes y medio me fue a buscar mi dueña, que se llama Olaya; el nombre me lo puso porque, al parecer, en esa época una hermana suya estaba en la India, y eso la hizo pensar en una novela que se llama Kim de la India (y que aún no he leído).
Cuento esto para que no se diga más que Kim es nombre de mujer. De hecho, es por eso que me gustan tanto las perritas; aunque Olaya se enoje a veces porque, según ella, no las dejo tranquilas; pero ¿qué le voy a hacer? No fui yo quien eligió nacer un 14 de febrero...que no me soporta, porque nunca quiere jugar conmigo.
Bueno amigos, eso es todo por ahora. Por el momento sigo creciendo (“madurando”, dice Olaya; qué latosa!), paseando con mis muchos amigos por la plaza y persiguiendo a nuestra gata Pimienta, que no sé por qué parece que no me soporta...
Esta foto es de cuando tenía seis meses y aún no me cortaban el pelo, por lo que no se crean que sigo igual de chascón. Después voy a poner una de cómo estoy ahora, para que vean lo buenmozo que soy.
¡Hasta la próxima!


OLIVIA

Guau! Mi nombre es Olivia, pero tengo muchos sobrenombres (tales como: Oli, Guatona, Guatoncita, Cosita Rica, Chimoltrufia, etc...). No sé porque mi mamá me dice de tantas maneras, pero yo sé que todos esos nombres me los dice con mucho amor; al parecer uno se puede llamar de muchas formas, pero siempre y cuando venga una rica galletita detrás del nuevo nombre, jajajaja. Me contaron que me llamo así porque un día en que mi mamá estaba en el supermercado (antes de que yo llegara) y pensaba en varios nombres, de repente entró al pasillo de los aceites de oliva y dijo “Olivia, Olivia!!!! Así se va a llamar”. Está un poco loca; no sé como me pudo comparar con un aceite, pero no importa, son cosas de humanos. Nací un 16 de Agosto de 2005 en la ciudad de Nancagua, esto queda como a una hora de Rancagua, en la casa gigante en que vivían mi mamá, mi papá y muchos tíos. Un día llegó mi madrina (que es la mejor amiga de mi mamá) y me trajo a esta ciudad enorme; como yo no entendía mucho lo que estaba pasando, lloré todo el camino y también la primera noche que pasé en Santiago. Hasta que el 18 de octubre llegó una galla súper loca a la casa de mi madrina; yo no entendía por qué lloraba y se reía al mismo tiempo pero lo único que sé es que me abrazó y desde ese día no me soltó más. Desde entonces lo hemos pasado muy bien juntas. Hemos ido a la playa y al campo, pero lo que más me gusta es ir a la plaza las Lilas. Fui por primera vez cuando tenía como tres meses, y la verdad es que estaba súper asustada. La primera amiga que conocí ahí fue a la Emilia; al principio le tenía mucho susto ya era mucho más grande que yo y parecía que me quería comer, pero después me di cuenta que sólo quería jugar. Luego pasó el tiempo, conocí a otros perros y ahora somos un grupo súper grande de amigos. ¡Es muy entretenido!!! Bueno, eso es todo por ahora. En la foto salgo chiquitita chiquitita; tenía solo dos meses y, como pueden ver, estoy con mi mamá, que desde ese día no me soltó jamás.

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